XVI CONFERENCIA ANUAL DE LA CAF (12 septiembre 2012)

XVI CONFERENCIA ANUAL DE LA CAF (12 septiembre 2012)

 

El  5 y el 6 de este mes, en la ciudad de Washington, DC, con el auspicio de la OEA y el Diálogo Interamericano, tuvo lugar la XVI conferencia anual de la CAF, institución regional multilateral de crédito que promueve el desarrollo de los países de la región y este año cumple su 42 aniversario.

 

Tal como lo señaló Michael Shifter, Director de “Interamerican Dialogue”, se trata de una conferencia anual de debate de los principales temas de la agenda latinoamericana, con expertos de diferentes países y continentes,  y que cada año adquiere mayor relevancia internacional.

 

La conferencia contó con varios expositores de renombre y trató sobre los siguientes temas:  economía y desarrollo, violencia, crimen y narcotráfico, elecciones (México y Venezuela), relaciones USA-América Latina.

 

El discurso central del evento estuvo a cargo del ex presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, quien luego de hacer un recuento de la historia económica de la región, resaltó que a pesar  de los últimos años de crecimiento económico, y salvo por contadas excepciones (Brasil, México), los países latinoamericanos están aún muy lejos de salir del subdesarrollo y de alcanzar los niveles que tienen los países industrializados en materia de educación, innovación, ciencia y tecnología, infraestructura, competitividad. Fernández manifestó que la demanda de materias primas y alimentos generada por el acelerado proceso de industrialización que ha tenido lugar en la última década en China, ha determinado que América Latina (particularmente América del Sur ya que México, Centro América y el Caribe están más integrados a la economía de Estados Unidos) haya “vuelto al pasado” en procura de satisfacer dicha demanda y de esa manera beneficiarse de los altos precios de los “commodities”. El problema, señaló Fernández, es que nada asegura que dicho modelo sea sostenible, por lo que a la región le convendría ir a una transición, de un modelo basado en el trabajo intensivo a un modelo de desarrollo intensivo en capital,  tecnología y fuerza laboral educada.

 

Por otro lado, Fernández advirtió de las consecuencias negativas que podría tener para América Latina la profundización a nivel mundial de la crisis económica que aún persiste en los países desarrollados. Fernández indicó que para salir de la crisis hace falta, a corto plazo, políticas públicas para estimular la economía y reducir el desempleo. A largo plazo, dijo, es importante reducir el déficit fiscal y solucionar el problema de la deuda. Indicó que era importante el debate que se registraba sobre el tema económico en Estados Unidos y Europa, a la vez que elogió el trabajo desplegado por el Presidente Obama.

 

Lo dicho por Fernández con relación al retraso de América Latina y su relación de dependencia respecto de China fue luego corroborado y analizado por los expositores que participaron en los otros paneles. Así, por ejemplo, en la exposición que realizó el representante del Banco Mundial, Augusto de la Torre, éste expresó sus reparos sobre la poca capacidad que tiene América Latina para aprender de sus relaciones económicas con los polos de desarrollo, como fue el caso de la relación con Estados Unidos (en la que jugo el papel de proveedor de materias primas y consumidor de bienes y servicios) a diferencia de lo que ocurrió en la relación de los países asiáticos con el Japón, que salieron beneficiados en términos de desarrollo tecnológico  y de la creación de una red de actividad económica asiática. De la Torre manifestó que América Latina era considerada (como lo plantea la CEPAL) como el “granero y la cantera” de China a la vez que el consumidor de sus productos elaborados, pero que temía que esta conexión con el nuevo polo de desarrollo (CHINA) no aportará a su desarrollo tecnológico ni a crear una red económica latinoamericana. También resaltó las asimetrías entre los circuitos financieros y productivos, internas y externas,  así como la divergencia de intereses y dinámicas entre Brasil y el resto de la región en la relación con China.

 

En el panel “Es esta la década de América Latina? Desafíos del desarrollo pendientes” fue interesante notar la coincidencia de los expositores al señalar el surgimiento de los “nuevos sectores medios” en el tejido social, y la implicación económica y política que esto conlleva, sobre todo por la demanda creciente de dichos sectores por  mejores servicios públicos de calidad, como educación, salud, así como infraestructura.

 

Un punto importante de coincidencia también fue la necesidad de lograr una integración regional duradera, la cual, se resaltó, no radica en crear más instituciones burocráticas, sino en desarrollar proyectos tangibles, con la participación tanto del sector público como privado para su ejecución. El Presidente del BID, Luis Alberto Moreno, resaltó la importancia de fomentar el ahorro para poder invertir en el desarrollo. Indicó que la tasa de ahorro de los países latinoamericanos está muy por debajo de la de Europa, lo cual era una desventaja. En cuanto a la competitividad, Moreno subrayó la necesidad de desarrollar alianzas público privadas, y puso como ejemplo de ello a Chile y Colombia. Destacó, sin embargo, que estos países, a pesar de sus avances, se ven castigados por el bajo nivel que aún existe en materia de educación, investigación en ciencia y tecnología. Dijo que educación es la “asignatura pendiente” de los países latinoamericanos y en la que hay que concentrarse, pues es un área en la que la región puede obtener logros importantes.

 

Enrique García, Presidente de la CAF, resaltó que en el análisis había que tener muy en cuenta el nivel de desigualdad que existe entre los países de la región. Con relación al “gap” con los países ricos, citó un reciente estudio de prospectiva de la región hacia el  año 2040, según el cual para que América Latina pueda alcanzar en los próximos 25 años a los países industrializados, y resolver los problemas de pobreza, requiere un crecimiento sostenido con una tasa del 6% anual.

 

El panel sobre la situación de la criminalidad en América Latina resultó muy interesante, con expositores de Colombia, Guatemala, México, Perú, Uruguay. En el panel se subrayó la importancia de revisar las prioridades de la lucha contra las drogas desde una perspectiva latinoamericana. Se señaló el vinculo directo entre el tráfico de drogas y el incremento de la violencia y el crimen, aunque se aclaró que aquello también se debería a otras causas,  como es el caso de la debilidad institucional y la idiosincrasia de los países. Se subrayó que la producción de cocaína era el principal problema de la región, cuyo combate se debe priorizar. Sobre la despenalización se indicó que la única droga que podría ser considerada en ese sentido era la marihuana. Se manifestó que era irreal pensar en la disminución del consumo de drogas, por lo que era fundamental concentrarse en cómo reducir la producción.

 

Para el cierre de la conferencia se contó con la presencia del ex Presidente Jimmy Carter quien disertó sobre las “Perspectivas de las relaciones Interamericanas”. Carter se refirió a las relaciones entre Estados Unidos y América Latina a la luz de los progresos registrados durante su administración, cuando se acordó la restitución de la soberanía del Canal a Panamá. Subrayó que lamentablemente en la actualidad los Estados Unidos «no está haciendo lo suficiente en su calidad de “país grande” por traer paz y harmonía, comercio, entendimiento, y derechos humanos básicos, a los pueblos de América Latina”. Carter añadió que su predicción era que ninguno de los dos candidatos “considerará a nuestros vecinos del Sur como una prioridad, a menos que ocurra alguna crisis negativa”.

 

Después de su intervención, el ex Presidente Carter participó en una entrevista conjunta con el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, que fue conducida por la periodista Claudia Palacios de la cadena CNN. A la pregunta sobre el estado de las relaciones hemisféricas en el marco de la OEA, Insulza destacó que hacía falta fortalecer la relación entre los países del continente, y que para ello era importante implementar lo propuesto por el Presidente norteamericano Barack Obama en la primera Cumbre de las Américas, cuando señaló que deseaba “hacer política con ustedes y no para ustedes”, para así evitar la division entre “sujetos y objetos” de la política. Sobre la posibilidad de que la relación económica entre los países de América Latina y los Estados Unidos,  principal socio commercial de América Latina, se debilite, Insulza expresó su confianza de que esto no ocurrirá, aunque resaltó que a medida que América Latina crece, aumentan las relaciones de la región con otros socios competidores.

 

Durante la entrevista al ex presidente norteamericano también se planteó el tema de Cuba. Carter reiteró su postura de levantamiento del embargo y de incremento de las relaciones comerciales, de fronteras abiertas, como parte de una estrategia para lograr cambios por la democracia y los derechos humanos en dicho régimen dictatorial.

 

Aunque en el programa de la conferencia no se había incluido de manera explicita el espinoso tema del desarrollo sustentable (relacionado directamente con el cambio climático) ni el delicado tema de los derechos humanos; ambos estuvieron latentes en la mente de todos los asistentes y fueron parte de  intervenciones y comentarios relevantes de parte de varios ponentes.

 

Fue justamente el ex Presidente Jimmy Carter, quien se refirió al tema de los derechos humanos en su exposición. Así, luego de destacar los esfuerzos realizados por su administración por estrechar las relaciones entre su país y la región, así como su política de defensa por los derechos humanos a nivel internacional,  subrayó que la lamentable relación que existió en el pasado entre los Estados Unidos y América Latina no puede hoy en día “ser usada como una excusa para desconocer los derechos humanos”. Si bien Carter hizo una critica general a toda la región,  por los errores dentro del sistema democrático, fue obvio que la crítica fundamental fue dirigida contra el abuso de poder y la violación de los derechos humanos en los países con regímenes autoritarios. De manera clara planteó la necesidad de fortalecer el “sistema Interamericano de Derechos Humanos” creado en 1979, y de defender la autonomía de la Comisión de Derechos Humanos, de las “presiones políticas”. Señaló que los Gobiernos no deben ver a dicho sistema como una amenaza a su autoridad, sino como una responsabilidad y obligación con los individuos que los eligieron. Expresó su alarma por la violación de los derechos humanos de los grupos de indígenas que se oponen a la explotación de recursos naturales, así como por los continuos ataques a la libertad de expresión.

 

Carter también se refirió a la necesidad de mejorar la observancia de los derechos humanos en el trato que se brinda a los inmigrantes ilegales latinoamericanos en ciertos Estados de los  Estados Unidos. Con respecto al tema de la lucha contra las drogas, coincidió en que se necesita incorporar nuevos enfoques a la vez que criticó  la venta indiscriminada de armas que se produce a través de la frontera con México, lo cual incrementa la violencia que surge del narcotráfico.

 

Con relación al desarrollo sustentable y cambio climático, el anfitrión de la reunión, Enrique García, aprovechó de la sesión de preguntas del público para subrayar que se debe hablar de “infraestructura sostenible”. García expresó que el gran error es que “muchos de los proyectos de infraestructura son diseñados por ingenieros y el tema de sostenibilidad ambiental aparece muy tarde en el juego” y que por ello hay “muchos problemas en varios países porque no se han hecho los estudios apropiados en esa materia”.

 

Refiriéndose al desarrollo sustentable y cambio climático, Alejandro Foxley, Presidente de CIEPLAN, de Chile, manifestó que la postura de la región era de esperar “que los países más avanzados se pongan de acuerdo en algo para regular este tema” para después los países latinoamericanos intentar “aproximarse a ello”. Foxley manifestó que hoy en día el tema de fondo en América Latina era el “desarrollo socialmente sustentable”. Alertó que si esto no se lograba se corría el riesgo de que el “populismo desatado” de pseudoizquierda,  de concentración del poder en “manos de unos pocos”  se expanda en la región.

 

De otra parte, el experto hindú, Harinder Kohli, Presidente de “Emerging markets”, quien participó en el panel “El surgimiento del nuevo Sur global”  hizo dos importantes advertencias respecto del desarrollo y el cambio climático. Por un lado alertó sobre la “trampa del ingreso medio” y del consecuente estancamiento que podría afectar pronto a una buena parte de los países en desarrollo en la región. Por otro, al referirse a las negociaciones del protocolo de Kyoto y post Kyoto, señaló que era equivocado continuar la discusión en términos de acusaciones mutuas, en un momento en que los países ricos producen menos emisiones que los países en desarrollo y emergentes, pues los efectos locales y globales de la contaminación nos afectan directamente a todos. Hizo notar también que actualmente es en los países en desarrollo donde más se siente la contaminación.

 

Kohli señaló que a medida que los países en desarrollo (China, Brasil, India) avanzan, la población busca reproducir el estilo de vida que existe en los países desarrollados, lo cual es imposible y un peligro pues el Planeta Tierra no cuenta con suficientes recursos: tierra, agua, minerales, petróleo, carbón, etc; lo que plantea la necesidad de crear un modo alternativo de vida, de producción y consumo, que reduzca la competencia por recursos naturales  y preserve la capacidad de recuperación del planeta. “Si el planeta se hunde, a donde van a ir los más de 6 mil millones y medio de personas de los países en desarrollo, acaso se van a poder lanzar en paracaídas? Todos nos hundiríamos” expresó.

 

Sin duda la CAF merece un reconocimiento, por la presentación de todos estos interesantes debates y reflexiones.

 

Acerca de guspalaciou

Diplomático de carrera, libre pensador. Como la mayoría de ecuatorianos quiero un país libre, incluyente y democrático, en armonía con la naturaleza.
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