ARTICULO: REFLEXIONES DE COYUNTURA por Gustavo Palacio Urrutia

En la actual coyuntura de crisis política y económica hay tres aspectos del régimen correísta que llaman la atención.

En primer lugar considero importante subrayar la virulencia tanto verbal como física con la que actúa el régimen correísta en respuesta al creciente descontento y a la protesta popular.

Durante varios días el país y la comunidad internacional fueron testigos de la brutal represión de amplios sectores sociales, pero en particular del movimiento indígena, la cual no tiene precedentes en términos de violación de los derechos humanos en la historia reciente del país y que fue posible gracias a la manipulación de un sector de la Policía y las Fuerzas Armadas. Represión que fue además acompañada de acusaciones judiciales, enunciados racistas y de una supuesta supremacía blanco mestiza contenida en el discurso oficial.

La virulencia verbal del régimen correísta, con su retórica de división y antagonismo social, adquirió asimismo niveles preocupantes tanto a nivel nacional como internacional, por el conflicto diplomático surgido recientemente con la Iglesia Católica. Me refiero a la inusitada agresión en contra de Monseñor Antonio Arregui por haberse “atrevido” a reiterar su llamado a un verdadero diálogo y al archivo de las enmiendas para restaurar la paz social. Dicho ataque verbal a uno de los representantes más importantes de la Iglesia Católica en el Ecuador, al que se acusa de “hacerle el juego a la derecha” fue iniciado por Alexis Mera pero lo continuó el propio Correa en su última sabatina. En su alocución Correa hizo extensivo su reclamo a la Iglesia Católica y al propio Vaticano, para lo cual citó una supuesta violación al “Derecho Romano” (en lugar de Derecho Canónico como corrigió después) mostrando su atolondramiento cuando es presa de sus arrebatos de ira.

La agresión contra la iglesia se formalizó mediante un comunicado de la Presidencia de la República a la Santa Sede. Sin embargo, lo que más llamó la atención y que quedará marcado como un acto bochornoso de manipulación de la información de la diplomacia correísta fue la exposición pública que hizo Correa del contenido de las notas personales que, en cumplimiento del protocolo de Jefes de Estado, ha recibido del Papa Francisco en agradecimiento por las atenciones recibidas en el Ecuador. Actitud antiética que pretende mostrar supuestas “inconsistencias” del Vaticano con la intención de restar valor al pedido de rectificación y diálogo hecho por la Iglesia Católica al régimen. El ataque del gobierno resulta chocante además por su permanente actitud oportunista frente a la Iglesia, a la que ha tratado de utilizar para legitimar su política económica y social.

En segundo lugar es necesario destacar que como parte de una estrategia para perpetuarse en el poder Correa combina la represión y fomento del antagonismo social, con elementos de división de la oposición, chantaje y propaganda política. Consciente de las diferencias de intereses de la oposición, Correa intenta provocar confusión y división alrededor del tema de las enmiendas, su llamado al diálogo y su eventual salida del poder. Por un lado lanza mensajes confusos que dan lugar a especulación sobre su participación o no en los comicios del 2017, por otro realiza declaraciones de apertura y acercamiento al sector empresarial, dirigidos en particular a los “hombres fuertes” de mayor influencia económica y política, con quienes le interesa construir alianzas, sobre una posible reducción del aparato del Estado e introducción de medidas económicas compensatorias para favorecer la inversión privada. Esto acompañado de su política clientelar para escindir los sectores populares y cooptar movimientos políticos. Paralelamente, mediante su retórica tecnocrática pretende justificar la grave crisis económica generada por su gobierno, así como el incremento de la ya abultada deuda externa y pública, en base a la caída del precio del petróleo y la revalorización del dólar. En ese marco, se atreve incluso a criticar la dolarización, como causante de la agravación de la crisis, para justificar un posible paquetazo económico de ajuste, conforme lo anunció Alberto Dahik en un panel conjunto, organizado por el gobierno, con Fander Falconí y Pavel Muñoz.

Los aspectos antes mencionados pienso configuran una realidad política que debe ser interpretada de manera clara por los ecuatorianos: vivimos bajo una Dictadura, que construye la verdad a su antojo, que controla todos los poderes del Estado y que no tiene miramientos con nada ni con nadie que ose “desafiar” al endiosado dictador. Régimen que se mantendrá indefinidamente en el poder, haciendo caso omiso de las advertencias de la sociedad y que continuará la destrucción sistemática de la economía nacional así como de su institucionalidad democrática, a menos que el pueblo ecuatoriano se una y lo derrote en las calles haciendo uso de su derecho a la resistencia y exigiendo la renuncia del “presidente”, conforme lo contempla la constitución.

Dictadura civil que no respeta la voluntad popular y que no por coincidencia compagina con el carácter y forma de ser de Correa. Cabe recordar que Fabricio Correa en varias ocasiones ha comentado sobre el hecho de que su hermano desde pequeño ha tenido un carácter violento, intolerante e irascible y que en varias ocasiones se vio obligado a defenderlo de otros chicos a los que buscaba pleito, y/o sujetarlo hasta que se calme de sus ataques de rabia. Fabricio también ha comentado sobre la obsesión que tenía de niño su hermano de jugar con sus amigos a ser presidente; “cargo” que sólo admitía sea representado por él. Fabricio ha alertado que a su hermano se le diagnosticó un problema de personalidad congénito, que no ha cambiado y que debido a la violencia que se podría desatar teme por su vida. (Apreciación que no dista de ser verdad si consideramos los acontecimientos provocados por Correa el 30 de septiembre de 2010). En entrevista a periodistas del diario “Die Zeit” Fabricio Correa señala adicionalmente que según expresiones de la propia esposa de Rafael Correa, éste se considera predestinado a conducir los destinos del Ecuador con un proyecto que necesariamente debe ser totalitario. https://www.youtube.com/watch?v=cqGqNjMuY7c

Es necesario resaltar finalmente que a pesar de las bravatas de Correa y de sus esfuerzos por retomar la iniciativa con gestos de agresión e intimidación, producto del repliegue temporal de las múltiples fuerzas de oposición, su situación como político al mando de la dictadura civil continúa deteriorándose. El tema central continúa siendo el creciente desagrado con la figura prepotente de Rafael Correa y su discurso denigrante de la sociedad; la concentración de todos los poderes, la violación de los derechos fundamentales, su mala conducción de la economía, la corrupción galopante y su empecinamiento en permanecer indefinidamente como presidente. Hay que añadir que como reacción a la represión desatada y la virulencia verbal propia de la retórica correísta, así como por el agravamiento de la crisis económica, los ánimos de la población lejos de calmarse se han incrementado. Hoy son muchísimos los ecuatorianos que esperan la ocasión oportuna para volver a expresar su descontento en las calles, lo que posiblemente ocurrirá en septiembre y que coincide con el nuevo paro anunciado por los sectores sociales y el movimiento indígena.

De otra parte, y de la mano con lo anterior, al haberse devaluado el poder carismático de Correa, se afecta su capacidad para forjar alianzas y lealtades duraderas. Limitación de especial importancia en la actual coyuntura en vista de las aspiraciones de Correa de contar con el respaldo de la cúpula de las Fuerzas Armadas y la “elite” empresarial. En el primer caso, existe conciencia de que tarde o temprano, en las actuales circunstancias internas y externas, Correa con su actitud intemperante se verá obligado a dejar el poder, y tendrá que rendir cuentas por corrupción, violación de la constitución y de los derechos humanos. Estigma político que nadie desea compartir por más apetecible que sea la recompensa. La cúpula sabe además que en la mayoría de mandos medios y tropa existe un creciente descontento con el tirano que demanda también el archivo de las enmiendas. Una situación similar se da en el caso de los empresarios, que saben que en el actual panorama de debacle económica anunciada nadie quiere que lo identifiquen como cómplice del Correísmo, peor si se trata de un régimen que no negocia ni discrimina cuando se le ocurre encontrar enemigos de la revolución. Para ellos son pocos los beneficios que se pueden obtener en condiciones de una severa recesión económica manejada por una Dictadura corrupta.

Situación en suma de ingobernabilidad que también se ve agravada por fenómenos naturales del país: la posible erupción del Cotopaxi y el Fenómeno del Nino, así como por un desfavorable clima económico y político internacional, de decadencia acelerada de los regímenes autoritarios del socialismo del siglo XXI en la región latinoamericana.

Es fundamental por todo ello que los sectores de oposición continúen con su estrategia de unidad, que propugne una gran Acuerdo Nacional, y que impida al dictadorzuelo continuar jugando con los destinos de la nación. No hay que descartar sin embargo, como lo hemos señalado anteriormente, que ante una protesta masiva de la población, Correa opte por dejar el poder haciéndose pasar como “víctima” de un supuesto golpe de Estado.

Acerca de guspalaciou

Diplomático de carrera, libre pensador. Como la mayoría de ecuatorianos quiero un país libre, incluyente y democrático, en armonía con la naturaleza.
Esta entrada fue publicada en Artículos de Gustavo Palacio. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.